Durante el mes de septiembre el Fardatxo en bici realizó una nueva ruta de algo más de 450 kilómetros en seis días, una ruta que nos llevó a recorrer cinco comunidades autónomas y seis provincias, desde Logroño hasta Teruel. Después de la ruta del año pasado en la que predominó la cultura frente a la naturaleza, este año nos apetecía pedalear por bosques y montañas, visitando pequeñas localidades. Para ello escogimos una serie de parajes que nos parecían interesantes y los fuimos uniendo mediante rutas de bici de muy diversa índole, diseñando nuestra propia ruta.
Nada más devolver el coche alquilado en Logroño nos pusimos en marcha hacia la localidad de Haro, entrando y saliendo continuamente de las provincias de Logroño y Álava. Al día siguiente muy temprano nos pusimos en marcha para afrontar la etapa más dura de toda la ruta, casi cien kilómetros por montañas con el primer punto de interés, el duro puerto de Valdezcaray y con final en otro de los puntos que nos parecieron interesantes, las lagunas altas de Neila, ya en la provincia de Burgos. No conseguimos llegar hasta Neila, tras cruzar las montañas de Valdezcaray por el collado de las tres cruces llegamos ya de noche a Huerta de Arriba y los lugareños nos aconsejaron no cubrir los trece Kms. que nos separaban de esa localidad de noche y sin luces.
La siguiente etapa nos adentraba ya en la provincia de Soria a través de varios puertos de montaña y cruzando el siguiente punto de interés, el cañón del río Lobos, entrando desde la localidad de San Leonardo de Yagüe por el puente de siete ojos. Ruta espectacular y llena de averías, a los pocos kilómetros de entrar en el cañón, dos de las tres bicis pincharon todas las ruedas lo que nos obligó a andar unos 6 Kms. ya que habíamos pinchado por culpa de la vegetación de la zona y optamos por no reparar las bicis hasta salir del cañón, tras repararlas nos paramos en la localidad de Ucero, a pocos kilómetros de nuestro destino, El Burgo de Osma, para comprobar que una de las bicis había vuelto a pinchar y la cubierta estaba llena de pinchos de los arbustos, no nos quedaban más repuestos para esa bici en concreto así que tuvimos que volver a caminar varios Kms. para llegar nuevamente de noche a nuestro destino.
A la mañana siguiente y después de pasar por un taller de reparaciones para reparar la bici averiada y de nuevo la otra que también había vuelto a pinchar, nos aprovisionamos de repuestos y nos pusimos en marcha hacía el objetivo de ese día, llegar a Medinacelli. A partir del Burgo de Osma estábamos en terreno conocido, dos de los tres compañeros de ruta hacía seis años que la habían recorrido desde Burgos hasta Teruel, siguiendo la ruta del Cid, aunque pudimos comprobar que en ese tiempo la infraestructura de la mayoría de los pueblos que visitamos hace más de un lustro había mejorado considerablemente. La ruta del Cid ha hecho que muchas de éstas pequeñas localidades hayan visto como aumentaban los servicios para los turistas que siguen la ruta; hoteles, casas rurales, bares y restaurantes, talleres de reparación de bicicletas. Una dinamización económica y cultural que apenas existía hace seis años y que ha dotado de nueva vida a muchas de éstas pequeñas poblaciones. Ese día conseguimos llegar a Medinacelli a una hora decente, no sin percances, nada más salir del pueblo de Berlanga de Duero una tormenta nos acompañó hasta Rello, obligándonos a parar varias veces.
Para la siguiente etapa volvíamos a dejar la ruta del Cid con la intención de visitar el último punto de interés, la zona del Alto Tajo, pero después de mirar la ruta en el ordenador de la casa rural de Medinacelli nos percatamos que ésta superaba de nuevo los cien kilómetros y con la experiencia acumulada de días anteriores decidimos reorganizar la etapa acortándola para acabar ese día lo más cerca posible de la ruta oficial del Cid. Así entramos en la provincia de Guadalajara y en una nueva comunidad autónoma al poco de pasar Layna, pasando por Maranchón y recorriendo varios Kms.de la carretera N-211 hasta dejarla en el desvío hacia Torremocha del Pinar y desde allí por carreteras solitarias llegar a Corduente para terminar en la aldea del Tierzo, muy cerca de Molina de Aragón.
El penúltimo día de la ruta salimos de la pequeña aldea del Tierzo y de nuevo en la ruta del Cid nos dirigimos hacia las localidades que se encuentran en la zona del Alto Tajo; Terzaga, Chequilla, Checa y Orea, para entrar a través de Orihuela del Tremedal en la comarca de la sierra de Albarracín y acabar en esta bonita localidad aragonesa. Dura etapa de montaña que tras varios días de ruta ya no nos pillaba de sorpresa y pudimos superar sin demasiados percances, excepto los ya habituales pinchazos subiendo el puerto de Orihuela.
Y por fin el último día de ruta, etapa corta desde Albarracín a Teruel, pero para hacerla más interesante la hicimos en su mayoría por sendas y caminos a través de las sierras de la zona hasta llegar a la capital turolense a mediodía. Tras comer allí alquilamos un furgón y de regreso a casa.
El Fardatxo no ha parado desde entonces, con continúas salidas por la zona y preparando la siguiente ruta de gran recorrido para el próximo año, de nuevo por tierras del norte y de nuevo predominando la naturaleza frente a las rutas culturales. Aunque antes y para no perder la costumbre hemos recuperado la tradición de las rutas de medio recorrido a principios de invierno y finales de otoño, en breve realizaremos una ruta de algo menos de 200 kilómetros en tres días por la zona de Alcaraz, Riópar y los parajes de Río Mundo.
Si te apetece unirte a nosotros y sufrir y disfrutar de la dureza de la bici por parajes espectaculares y pintorescas localidades, haciendo un turismo respetuoso con la fauna y flora y con los habitantes de las zonas por donde pasamos puedes ponerte en contacto con nosotros a través del correo del sindicato.
Pedales contra su falso progreso.