TODO POR HACER NOVIEMBRE 2024

Tenemos ya a tu disposición en el local del sindicato el número de noviembre de la publicación anarquista Todo Por Hacer.

Este número cuenta con artículos sobre la lucha contra la subida de los precios del alquiler y el rentismo, las apuestas en la NBA y el racismo generado por las pérdidas económicas relacionadas, entrevista a Emilio Crisi sobre la revolución de Manchuria, los cambios en la normativa sobre la Ley de Extranjería, se cumplen 10 años del asesinato de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, las huelgas de alquileres a lo largo de la historia, la creación de la página web trabajolibredeacoso.com por parte del sindicato CNT Comarcal Sur, y un homenaje al poeta libertario Eugenio Castro.

También contamos con la presentación de la revista Redes Libertarias, el ensayo Machismo y Cultura Jurídica de Caterina Canyelles Gamundí, y la novela Llevamos Un Mundo Nuevo En Nuestra Memoria de Toni Álvaro del Lokal de Barcelona.

No te quedes sin tu número.

¡Lee y lucha!

CRÓNICA Y FOTOS LIBRO Y DOCUMENTAL HIJAS DE LA NAKBA

El pasado sábado 16 de noviembre se realizó la presentación y proyección del documental Hijas de la Nakba y el libro del mismo nombre a cargo de su autora Estel·la Vidal. Posteriormente se realizó un debate sobre la situación de las mujeres en Palestina, el genocidio por parte de Israel, movimientos de resistencia y demás temas relacionados.

Dispusimos también de venta de merchandising del movimiento BDS del Pais Valencià, así como el libro de la autora, del cual contamos con varias unidades que tenemos a vuestra disposición en la distri del sindicato.

DOCUMENTAL + LIBRO HIJAS DE LA NAKBA

HIJAS DE LA NAKBA

VOCES DE MUJERES PALESTINAS

Sábado 16 de noviembre 2024 a las 18,30 h.

Local CNT Elx

C/ Sant Roc, 7 Bº Raval Elx

Proyección del documental y presentación de libro “Hijas de la Nakba, voces de mujeres palestinas” y posterior coloquio con Estel.la Vidal, directora del documental y autora de las entrevistas

Hijas de la Nakba

En septiembre de 2019 se estrenó el documental Hijas de la Nakba. A través de entrevistas a ocho mujeres palestinas, se mostraban las fechas y hechos más significativos de más de un siglo de colonización y ocupación de Palestina, así como las opresiones diarias a las que están expuestas, y su implicación en la lucha por la liberación nacional palestina. A raíz del nuevo episodio de genocidio desatado por Israel en octubre de 2023 sobre el pueblo palestino, hemos recogido estos testimonios en su totalidad, pudiendo realizar dos entrevistas más, completando hasta la decena estas voces de mujeres palestinas.

Sus voces nos hablan de su resistencia a la colonización de sus tierras, a la ocupación y al apartheid al que Israel somete al pueblo palestino; de cómo plantan cara a un sistema patriarcal cuyo conservadurismo se fortalece y endurece con la ocupación; de cómo se enfrentan a una mirada occidental, eurocéntrica, llena de estereotipos, que las relega simplemente como mujeres sumisas, como números o como víctimas de un conflicto. Una mirada cargada también de racismo e islamofobia.

El título alude a la Nakba o «catástrofe»: entre 1947 y 1949 el territorio de Palestina fue destruido y usurpado por el colonialismo sionista, que pretendía expulsar y reemplazar a los palestinos para instaurar el Estado de Israel, fundado en 1948. Sus tropas ejecutaron una limpieza étnica: entre 750.000 y 800.000 palestinos de todas las clases sociales, procedencias y credos fueron expulsados de sus hogares y tierras, y sus propiedades fueron robadas o destruidas para que no pudieran regresar nunca. Esta expulsión y expolio fue acompañada de matanzas como la de Deir Yassin, que el sionismo utilizaría para que cundiera el pánico entre la población y la expulsión fuera más «eficaz».

Los relatos orales recogidos en Hijas de la Nakba constituyen un acto de reivindicación de la voz de las mujeres palestinas, así como de la existencia y resistencia del pueblo palestino, y la denuncia del genocidio que está cometiendo Israel.

ANTE LA CRISIS DE LA VIVIENDA, AUMENTO SALARIAL

Miguel G. Gomez

SG de la CNT Catalunya-Balears

En los últimos años el capitalismo neoliberal ha apretado el acelerador a todo gas para producir la mayor acumulación de capitales de la historia. Desde 2017 las rentas más ricas del estado español, las del 1% más rico, han crecido un 43%. Este proceso ha seguido parámetros similares en casi todo el bloque occidental. Es bien sabido que estos ricos pagan menos impuestos que las rentas más pobres. 

Debemos notar también que esta disparidad se ha venido acelerando bajo varios gobiernos progresistas como el de Pedro Sánchez, Joe Biden o Olaf Scholz. Y es que el color político no ha cambiado la relación de los estados con el capitalismo, puesto que los estados no son más que expresiones y estructuras político-administrativas de la clase dominante. 

A escala global, y en concreto de Occidente el problema más acuciante es el de la vivienda. Esto tiene varios orígenes. El primero fue el estallido de la burbuja especulativa de 2008. La banca quedó con millones de viviendas que no podía vender. Los estados la rescataron convenientemente con toneladas de dinero público y entraron en escena los fondos de inversión. La intervención de estos fondos ha sido masiva, sistemática y despiadada, utilizando prácticas monopolísticas y a menudo mafiosas para quedarse con el patrimonio. 

Otra de las causas de nuestros problemas actuales en este respecto fue la irrupción del piso turístico. Hasta la entrada en juego de las plataformas, se había hecho de forma sostenible. Pero desde 2016 aproximadamente, se disparó el número de pisos turísticos en el centro de las ciudades más importantes. Esto contribuyó a la escasez de pisos en alquiler y eventualmente al alza general de los precios. Los grandes capitalistas se lanzaron a promover el piso turístico, dada su popularidad. Ni qué decir tiene que el origen de todo es la generalización de los vuelos low-cost, por muy insostenible que sea para el planeta. 

Añadamos a la ecuación otro factor, y es que el rentismo es una manifestación de la caida de la productividad de otras actividades económicas. Es una forma residual previa al capitalismo que por su naturaleza no determina el funcionamiento o la salud del Capital. 

La situación ha llegado a un punto de ahogamiento de grandes capas de la población. Cada vez hay más dificultades para cubrir los alquileres y se llega al punto de tener que dedicar casi todo el salario para poder tener un techo. Tanta presión comienza a tener un objetivo concreto: la huelga de alquileres. 

¿Y qué pinta el sindicalismo en todo esto?

La crisis del 2008-12 tuvo el efecto de paralizar el movimiento obrero organizado. Si bien en algunos estados, se produjo una oleada de huelgas (Grecia, Francia…), el capitalismo aprovechó la coyuntura para hacer limpieza y someter aún más a los sindicatos más importantes de cada lugar. La legislación fue más restrictiva para la clase obrera, y a las organizaciones sindicales mayoritarias se les metió en la cabeza que debían contribuir a salir de esta crisis. La crisis de la pandemia también tuvo ese efecto. 

El resultado ha sido una pérdida de poder adquisitivo desde hace años. Si los datos macroeconómicos dan la apariencia de una mejor economía, la realidad cotidiana indica lo contrario. Esto no ha hecho más que aumentar el desinterés por las políticas de izquierda hechas desde arriba. Es el caldo de cultivo ideal de la ultraderecha. 

Pero hay otras formas de encarar la situación. Si hacia la mitad de la década pasada el movimiento obrero tocó suelo, también hay que reconocer que en los Estados Unidos comenzó una recomposición del sindicalismo que ha logrado bastantes victorias. La última, el aumento salarial del 35% tras la huelga de 5 semanas de la plantilla del gigante aeronáutico Boeing. 

Podemos observar que en un contexto de paz social el sindicalismo de concertación negocian los convenios a la baja, mientras que en un contexto de conflicto laboral, la negociación va a máximos. 

En ese contexto de conflicto se puede dar otra salida al problema de la vivienda, puesto que desde el sindicalismo también decimos que todo esto no es más que un problema salarial. Si cobrásemos un 50% más pagaríamos los alquileres sin grandes inconvenientes. Hacerlo de esta manera, sitúa en el centro la lucha capital-trabajo y pone en el foco a la patronal, hasta ahora ausente en el conflicto entorno al rentismo y la propiedad de las viviendas. 

Como desarrollo de la idea anterior, ahora mismo, cualquier medida gubernamental, se hace en clave de desactivar el conflicto con dinero. Como ya ha hecho varias medidas de este tipo, todo el mundo ve que esto no hace más que empeorar el problema. El Gobierno no quiere regular el rentismo ya que la clase social que lo sustenta vive de él. Pero se está encontrando con una respuesta ciudadana que lo puede hacer recular. Veremos. 

Nuestra misión en este contexto, como hemos dicho, será la de abrir un nuevo frente mediante la exigencia de aumentos salariales significativos y consistentes en todos los convenios y empresas. Saldrán a la luz muchas contradicciones, tales como empresas económicamente inviables, la desafección de ciertos sindicatos, o una respuesta agresiva de la patronal y sus lacayos. Esto no excluye, como es de entender, otras medidas que proponga el movimiento de la vivienda que suelen ir en la vía de la rebaja de los alquileres

Ante el previsible argumento de que lograr un aumento salarial, se puede disparar la inflación y con ella los propios alquileres, tendremos que tener en cuenta que ese aumento se habría producido mediante la lucha en las empresas

Ante la alianza entre el movimiento de la vivienda y el sindicalismo, debemos ofrecer nuestro apoyo para que despegue el conflicto y para que el movimiento se estructure mejor y se vincule con el movimiento obrero, que históricamente ha hecho protestas contra la subida de los precios o por una vivienda accesible. Nos debemos entender mutuamente como organizaciones de clase y evitar a toda costa la imposición del pensamiento de «clase media» y ascenso social, que caracterizó la izquierda alternativa del ciclo político anterior. La salida es colectiva y es de clase obrera. 

AGRADECIMIENTO POR LAS MUESTRAS DE SOLIDARIDAD Y PREOCUPACIÓN Y CANALIZACIÓN DE LAS AYUDAS

Queremos agradecer a todos los Sindicatos, Regionales y afiliación que, a título individual, ha contactado con algunas de nosotras para mostrar su preocupación y solidaridad y para ofrecer su ayuda en esta dura situación que estamos atravesando en la provincia de València.

Como ya hemos reportado a las personas que nos han contactado, la situación es límite en los pueblos que están localizados fuera del nuevo cauce del río Túria, el cual rodea a la ciudad de València. Eso hace que la extensión de territorio afectado, y por tanto el número de habitantes en situación extrema, sea ingente. Las afecciones son muy profundas y, además de los incalculables daños materiales que repercuten a las viviendas de las personas y a las comunicaciones con la propia ciudad de València y entre los propios pueblos afectados (puentes, pasarelas y carreteras completamente destruidas), nos encontramos con la más básica y urgente de las necesidades que no es otra que la comida y el agua. Tengamos en cuenta que todas las tiendas y supermercados de las zonas afectadas están destrozados y, obviamente, cerrados. Por tanto, las personas de estas zonas no tienen ningún lugar en el que adquirir agua, alimentos y enseres de primera necesidad. Se estima que la riada ha dejado sin luz, aun a día de hoy, a un mínimo de 150.000 personas y sin agua a la mayoría de la población. También se han visto gravemente afectadas las comunicaciones de telefonía e Internet, lo cual agrava la incomunicación de las personas afectadas. La ayuda por parte de las instituciones está siendo extremadamente tardía y muy escasa, y se reduce prácticamente a los pueblos más afectados o con mayor número de fallecidos/as contabilizadas hasta la fecha. De hecho, hay numerosas zonas a las que las únicas personas que han entrado a ayudar son el pueblo de la ciudad de València. Es el pueblo quien cruza a diario a pie cargando con agua, comida y materiales y se queda a ayudar en la limpieza hasta que anochece y deja de haber luz.

A toda esta descoordinación y negligencia organizativa por parte de las instituciones, debemos añadir la irresponsabilidad, en nuestra opinión, de dificultar y restringir la llegada de materiales y suministros provenientes de personas y asociaciones –que prácticamente son las únicas ayudas que están llegando-.

Nos consta que están bloqueando los accesos de convoyes procedentes de diversos puntos del Estado español. En esta línea, el Govern de la Generalitat ha decretado desde media noche del viernes 1 a la medianoche del domingo 3 de noviembre la prohibición de circular vehículos no autorizados y coordinados por la propia Generalitat por los pocos accesos que hay y, por tanto, no se puede entrar ni salir de las zonas afectadas en vehículo. Desconocemos si esta restricción se verá ampliada y/o agravada.

Por todo lo anterior, consideramos que lo más efectivo y rápido es poner a vuestra disposición el número de cuenta con el fin de que podáis canalizar vuestras ayudas mediante éste. El dinero que se vaya ingresando lo iremos proporcionando a las asociaciones de plena confianza y a las queconozcamos que ya están trabajando a pie de calle en las zonas afectadas y que se centran en lo esencial: agua, comida, productos de higiene y materiales para seguir limpiando y despejando las zonas afectadas. Como no puede ser de otra forma, de todo ello se realizará el debido informe para información y transparencia ante toda la Confederación.

Nº DE CUENTA: ES81-3025-0010-2514-0003-9305

CONCEPTO: SOLIDARIDAD-DANA

No podemos sino despedirnos trasladándoos a todos y todas nuestro profundo agradecimiento por vuestro interés, preocupación y solidaridad con las personas que nos encontramos afectadas por esta situación. Está claro que una vez más se cumple la máxima de que solo el pueblo salva al pueblo.