La inserción de mujeres en puestos jerárquicos y de poder no cambiará nuestra situación, tampoco lo hizo que otros hombres los alcanzaran. No busco subvenciones ni el paternalismo estatal, no busco ministerios ni leyes, ni policías que nos acompañen a casa. Quiero emanciparme de la explotación y la esclavitud pero no a costa de otras, por eso aspiro a la abolición de toda jerarquía y organismo de poder, a la consiguiente liberación de todos los cuerpos. No creo en las instituciones, y por lo tanto desconfío de todo feminismo que sí se ampare en ellas, que no sea más que sedimento de las estructuras patriarcales que aquí se pretenden derrocar. Critico a ese feminismo parido por el Estado patriarcal y capitalista que se apropia de nuestras luchas y se sirve de ellas para seguir perpetuándose. Y no nos confundamos, la igualdad institucional entre hombres y mujeres no significará una igualdad real, pues vivimos en un mundo vertical que se erige desde la explotación de unos seres sobre otros. No quiero paridad en el parlamento ni en los gobiernos, rodeada de hombres y mujeres opresoras.
Todo feminismo que solo contemple la abolición del patriarcado en su lucha será un movimiento utilitario para el poder. No quiero luces violetas ni pancartas del Estado en fechas señaladas, no quiero manifiestos en el Ayuntamiento, no quiero dinero, ni lamentos paternales, tampoco la falsa sororidad desde los sillones de la autoridad. No quiero un feminismo que reniega de las diferencias, que nos pretende aglutinar en un movimiento homogéneo e irreal. No quiero manifestaciones con logos y consignas de partidos políticos. No quiero un feminismo que no tenga como objetivo destruir todo poder, que no busque ver caer al Estado y al capital. Quiero anarcofeminismo combativo, contra el patrón, contra el Estado y el capital. Porque otro mundo es posible.
-Clara Silvestre, militante de CNT Elx