PERIÓDICO CNT Nº441 OCTUBRE – DICIEMBRE 2025

Tenemos ya en el local del sindicato el número 441 del periódico CNT de octubre a diciembre de 2025.

En este número tenemos artículos sobre la crítica al nuevo convenio en DIGI en Sevilla y Cádiz, la lucha sindical del sector de la arqueología en Catalunya, la huelga indefinida en GAZC en Sevilla, así como el dossier sobre la farsa de la transición española coincidiendo con el 50 aniversario de la muerte del dictador.

No te quedes sin tu número.

¡Lee y lucha!

COMPARTIMOS ESTA NOTICIA – HALLAZGO MEMORIA HISTORICA CNT

MUSEO DEL MAR SANTAPOLA

Ayer, el equipo de arqueólogos que está trabajando en la prospección de la #arquitecturadefensiva en la sierra de #SantaPola, encontró esta insignia de la CNT que representa a Hércules luchando contra el león, una pieza muy significativa que indicaría la presencia de milicianos en la zona. Seguimos documentando cada detalle para reconstruir con mayor precisión nuestra historia reciente.

Felipe Mejías López José Ramón Ortega Pérez Eloy Poveda.

CINCUENTA DÍAS DE DIGNIDAD: LA HUELGA QUE DESAFÍA A GAZC SEVILLA

Han pasado ya cincuenta días desde que la plantilla de Gazc Sevilla S.L., empresa del sector aeronáutico, decidió plantarse. Lo hicieron el 6 de octubre, convocando una huelga indefinida bajo las siglas de CNT Sevilla. Medio centenar de jornadas después, el pulso sigue firme, sin visos de acuerdo y con una certeza: “Los ánimos no decaen. Estamos más unidos que nunca y haciéndole frente a la empresa”, asegura Jesús, uno de los trabajadores en huelga.

La chispa saltó tras meses de incumplimientos: categorías profesionales ignoradas, recortes ilegales en el abono de vacaciones, imposiciones en el calendario y pérdida progresiva de derechos. “Siempre hemos estado en triple turno, con noches muy mal pagadas porque el convenio nos deja vendidos. Las tardes son horrorosas y la empresa obliga, aunque digan que no, a echar horas extras”, denuncia Jesús.

La creación de la sección sindical de CNT en mayo fue la respuesta a una oleada de despidos y al hartazgo acumulado. La empresa, lejos de negociar, rechazó todas las reivindicaciones. La asamblea decidió entonces ir a la huelga indefinida con objetivos claros: reconocimiento de categorías, mejoras para quienes trabajan en nocturnidad, estabilidad en el empleo y fin de los recortes. “Si no tuviéramos esta caja de resistencia y el apoyo del sindicato, no hubiéramos aguantado 50 días como llevamos”, admite Jesús.

La dirección de Gazc Sevilla no ha movido ficha. “Ellos siguen aparentando que todo va bien, que sacan la producción, pero desde fuera se ve que no llegan. Están tirando de esquirolaje interno y externo, echando horas extras, dejando máquinas andando”, relata el trabajador. Incluso han recurrido a prácticas ilegales: “Ya los hemos cogido trabajando fines de semana, tenemos vídeos y denuncias en la Guardia Civil. Se exponen a sanciones”.

La empresa, que recibe cuantiosas ayudas públicas, prefiere asumir pérdidas, pagar seguridad privada —“22.000 o 23.000 euros al mes”— e instalar cámaras antes que atender unas demandas que los huelguistas califican de “modestas”. “No es por dinero, no ceden por orgullo. No quieren dar su brazo a torcer ante una huelga”, sentencia Jesús.

La huelga ha fortalecido la afiliación: de 20 a casi 40 trabajadores en la sección sindical. “La gente lo ha visto claro: el sindicato es una herramienta válida. Sin CNT, esto no sería posible”, afirma. La Caja de Resistencia y el apoyo de colectivos sociales como Barrios Hartos y Gente de barrio sostienen la moral alta. “Hay días buenos y malos, pero siempre hay compañeros que te levantan cuando flaqueas. Si uno está mal, otro va y lo anima. Así estamos aguantando”, confiesa Jesús.

El conflicto ha destapado también el papel de otros sindicatos. “UGT siempre ha estado del lado de la empresa. Nunca han conseguido nada para los operarios, solo para los de turno de mañana. Ahora han sacado comunicados contra nosotros, incluso cuestionando la legalidad de la huelga”, denuncia Jesús. “Siempre que levantábamos la voz, nos daban de lado. Esta vez no ha sido diferente”.

Las demandas son claras y concretas. “El acuerdo ideal pasa por dos puntos: un plus de 150 euros para compensar las horas extras que otros echan y nosotros no podemos, y vacaciones más flexibles para conciliar con la familia. Si en verano cierran tres semanas, que nos den una a elegir en otra fecha”, explica Jesús. “Si la empresa acepta eso, se puede llegar a un acuerdo. Pero no vamos a negociar a la baja”.

Para entender la magnitud del conflicto, conviene saber qué hacen estos trabajadores: “Realizamos mecanizado de piezas aeronáuticas. Somos el primer eslabón, el más importante, porque si nosotros no producimos, el resto no puede trabajar. Y somos los que peor estamos: tres turnos, noches mal pagadas y presión constante para echar horas extras”.

La pregunta flota en el aire. ¿Cuánto más puede durar? “Es cuestión de tiempo. Pero llegará el momento en que tengan que sentarse sí o sí”, asegura Jesús. Su predicción: “No creo que aguanten mucho más. Van tarde en las entregas y se exponen a denuncias. Yo creo que será antes de lo que muchos esperan”.

Mientras tanto, la huelga sigue marcando el ritmo en Gazc Sevilla. Una lucha que, más allá de las cifras, habla de dignidad obrera frente a la soberbia empresarial. Porque, como repiten en el piquete, “si no peleamos nosotros, nadie lo hará por nosotros».

PICAETA DE CABASSET EN EL SINDICATO.

El pasado sábado 22, un grupo de personas afiliadas y simpatizantes del
sindicato disfrutamos de una entretenida velada en nuestra sede local,
compartiendo comida, charla y música. A pesar del temprano frío que ha
comenzado, durante varias horas pudimos llevar a cabo una actividad
lúdica y social al margen de la actividad orgánica más formal.


Gracias a toda la gente que asistió, esperamos repetirla pronto.

SIN MIEDO. SIN VIOLENCIA. MUJERES LIBRES

Está bien esperar la revolución cada día; pero es aún mejor salir a buscarla, forjándola minuto a minuto en las inteligencias y en los corazones.

El 25 de noviembre es el Día Internacional por la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, una violencia que, en el sistema capitalista en el que vivimos, se manifiesta en todos los ámbitos de la vida de las mujeres: en la familia, en el trabajo, en la calle, en la enseñanza, en las instituciones, en el acceso a la información, en las redes sociales…


Esta violencia no es solo física, sino que adopta distintas formas: desde los golpes hasta los menosprecios, la discriminación, la cosificación y las diversas expresiones de violencia sexual o económica.

La mujer trabajadora no solo debe defenderse de la explotación empresarial, sino también de la violencia que puede provenir de sus propios compañeros. Desde la CNT, trabajamos para que el sindicato sea una herramienta útil al servicio de la emancipación de las mujeres, y un espacio en el que podamos sentirnos seguras.

Para lograrlo, es imprescindible una toma de conciencia por parte de los hombres; una conciencia que no se base únicamente en las palabras, sino que parta de un análisis autocrítico y se materialice en hechos concretos. Solo así el sindicato podrá responder a los anhelos de la mujer trabajadora, forjando —como decía Lucía Sánchez Saornil— una revolución en las inteligencias y en los corazones.